1. Empresa con capacidad de competir en los mercados internacionales. Tiene que poseer la infraestructura mínima para comunicarse con los clientes extranjeros, como Internet, correo electrónico, un sitio web y fax.
2. Contar con productos competitivos en calidad y precio, que cumplan con los requerimientos de los mercados.
3. Mostrar un claro interés por lanzarse al mercado exterior, fijando unos objetivos y metas de exportación